Bajo la piel y los pelos

La Pachamama nos necesita, que dice mi queridísima amiga Miss Tulp. Y qué verdad, madrecita (os acordáis de cuando decíamos "madrecita"? bueno, yo lo sigo diciendo, me caló fuerte) -dónde están aquí los emoticonos? necesito la cara del que se ríe...-. Ha pasado mucho tiempo desde que éramos universitarias y bloggers. Entro ahora por aquí y no encuentro las pestañas, los botones y de la contraseña me he acordado de milagro. Supongo que somos las mismas, aunque somos otras y seremos mejores, pero también peores. Gira el mundo gira, todo pasa y todo queda y la bola de nieve, que podría ser de mierda, va creciendo y creciendo como la pelota del escarabajo que se pone el mundo por montera aunque todo lo que lleva es caca de la vaca, la vaca que ríe y el toro que empuja. Algo quedará de mí, de la Almendra que conocisteis y que algún día se sentó en los escalones de la Plaza Nueva y os cantó que  "hoy vas a ser la mujer que te dé la gana de ser" y "como los olivos

Vuelvo a escribir en este blog, nueve años después de que se publicara la última entrada. ¡Han pasado tantas cosas! Algunas malas, pero muchas buenas, ¡y hay que contarlas! Pero la razón de volver a escribir, es que últimamente y más después de esta pandemia que estamos atravesando, estoy muy muy preocupada por la crisis ambiental.  Siento dentro de mí un gran dolor por la Pachamama, Gaia, la Madre Tierra, la Naturaleza que estamos destruyendo a pasos agigantados. Por eso hay que actuar YA! Mañana es tarde. El mañana no existe y solo tenemos este momento para reducir nuestro impacto negativo en este bello planeta. Seamos honestos, si la Tierra es un organismo vivo, nosotros somos un tejido canceroso. La población humana ha crecido exponencialmente, devorando los recursos como si fueran infinitos y generando una cantidad ingente de residuos no biodegradables. ¡Somos un puñetero cáncer! Tenemos que dejar de comportarnos como un cáncer y volver a ser un tejido en equilibrio, en homeo